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miércoles, 14 de julio de 2010

¿Y la "Mujercita Madura"?

¡Ay, Señor! Espero que Tú me comprendas, porque la verdad que ni yo misma lo hago.

Siempre me creí una persona que podía tener el control de su vida, de sus reacciones, de sus actos. Una chica con los pies bien puestos en la tierra que no hace sonsera y media por puro impulso. Mil y un veces me reprimí el explotar porque dentro mío sabía que las consecuencias podían ser fatales. Casi siempre funcionó. Y eso estaba muy bien. Pero últimamente simplemente la "mujercita madura" se fue de viaje. ¡Y lo peor de todo es que no se a dónde demonios se largó!

Sí, es una realidad. No sé si triste, pero sí bastante confusa. Ahora es cuando comprendo a cabalidad cuando Josefina Barrón dice que las mujeres somos incontinentes. ¡Por qué, Dios mío! ¿Por qué será que tenemos más imaginación de la necesaria? Y esa facilidad de hacer varias cosas a la vez, ¿por qué rayos la utilizamos para crear realidades sin sentido en nuestra cabeza, a la par que hacemos nuestras labores diarias? Vemos, y vemos más de lo superficial. A veces para bien, pero otras tantas para mal. Sí, somos intuitivas. Pero a veces esa intuición linda con la alucinación.

Y luego de tanta realidad virtual en nuestro tan complejo cerebro, ¿qué hacemos? Desfogarnos. Mejor dicho, DESCONTROLARNOS. Es ahí donde hasta la más tierna niña se convierte en la peor de las brujas. En esos momentos nuestra más dulce risa se transforma en el sonido más diabólico jamás escuchado. Una metamorfosis de 180 grados, que una vez iniciada difícilmente es revertida.

¡Dios mío! ¡Por favor, tráeme de vuelta a la mujercita que se callaba la boca cuando más ganas de decir tonterías tenía! Pero mientras tanto, lo único que me queda es canalizar toda, todita esta combinación explosiva de sentimientos y emociones al escribir para mi blog. Lo que implica un tiempo prudente como para poder revisar la ortografía, la gramática, ... y así calmarme un poco. La otra opción de escribir lo que me pasa era Facebook o el bendito Chat, pero ¡NO! Esto del "en tiempo real" puede ser desastroso para nosotras las mujeres. Así que mejor que me desconecté de toda red social posible para no cometer alguna barbaridad.

Bueno, hasta que mi "yo" tranquila y controlada regrese, es mejor que me aleje de cualquier medio de comunicación. No vaya a ser que mi metamorfosis a bruja de cuento no tenga remedio. Deséenme suerte, y hasta una próxima oportunidad.