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martes, 10 de agosto de 2010

¿Qué pasa si ...?

¿Qué pasa cuando tienes que estar en un lugar donde no quieres estar? ¿Qué sucede cuando estás rodeada de gente inmadura, insegura que se esconde tras un puesto de importancia? ¿Qué ocurre cuando no estás entre los favoritos chupamedias y te puede partir un rayo y no le importa a nadie siempre y cuando termines las miles de tareas que tienes que realizar? ¿Saben lo que pasa? Explotas.

Sí, eso me pasó hoy. Por estar cansada que mi vida no le interese a nadie. No hablo de asuntos míos, personales. Esos sí son de importancia en la industria local del chisme. No, me refiero al simple hecho de contar con lo mínimo necesario para vivir. Eso incluye seguridad. Seguridad, que una vez puestos los pies fuera de "ese lugar", nadie tiene el más leve deseo en garantizarme. Pero eso sí, cuando se trata de corresponder, a veces hasta en demasía, la situación se asemeja mucho a los comerciales del Banco Financiero.

No quiero que me inviten empanadas, no quiero que me regalen gaseosa. Quiero un trato de persona, de ser humano. Quiero un trato justo. Quiero recibir lo que me corresponde. Decirme "¡Qué es esa actitud!" es una expresión o de hipocresía o de inmadurez, teniendo en cuenta la entrega que una le pone a lo que hace a cambio de un trato de robot. ¿O será trato de esclavo? Puede ser, ya que hubo represalia por reaccionar simplemente como se me venía incitando a hacerlo.

Aun así, me es inevitable querer hacer bien las cosas. Será que me criaron así o que soy una idiota, no lo sé; pero yo sigo "poniéndole punche". Creo que es también por una persona, todo un caballero, por quien no tiraría la toalla ni dejaría las cosas así como así. Sería tan bueno que más seres humanos así existieran en este mundo ...

Bueno, como "idiota responsable" que soy, continuaré en mis labores. Dios me los bendiga y los aleje de esta clase de lugares.

miércoles, 14 de julio de 2010

¿Y la "Mujercita Madura"?

¡Ay, Señor! Espero que Tú me comprendas, porque la verdad que ni yo misma lo hago.

Siempre me creí una persona que podía tener el control de su vida, de sus reacciones, de sus actos. Una chica con los pies bien puestos en la tierra que no hace sonsera y media por puro impulso. Mil y un veces me reprimí el explotar porque dentro mío sabía que las consecuencias podían ser fatales. Casi siempre funcionó. Y eso estaba muy bien. Pero últimamente simplemente la "mujercita madura" se fue de viaje. ¡Y lo peor de todo es que no se a dónde demonios se largó!

Sí, es una realidad. No sé si triste, pero sí bastante confusa. Ahora es cuando comprendo a cabalidad cuando Josefina Barrón dice que las mujeres somos incontinentes. ¡Por qué, Dios mío! ¿Por qué será que tenemos más imaginación de la necesaria? Y esa facilidad de hacer varias cosas a la vez, ¿por qué rayos la utilizamos para crear realidades sin sentido en nuestra cabeza, a la par que hacemos nuestras labores diarias? Vemos, y vemos más de lo superficial. A veces para bien, pero otras tantas para mal. Sí, somos intuitivas. Pero a veces esa intuición linda con la alucinación.

Y luego de tanta realidad virtual en nuestro tan complejo cerebro, ¿qué hacemos? Desfogarnos. Mejor dicho, DESCONTROLARNOS. Es ahí donde hasta la más tierna niña se convierte en la peor de las brujas. En esos momentos nuestra más dulce risa se transforma en el sonido más diabólico jamás escuchado. Una metamorfosis de 180 grados, que una vez iniciada difícilmente es revertida.

¡Dios mío! ¡Por favor, tráeme de vuelta a la mujercita que se callaba la boca cuando más ganas de decir tonterías tenía! Pero mientras tanto, lo único que me queda es canalizar toda, todita esta combinación explosiva de sentimientos y emociones al escribir para mi blog. Lo que implica un tiempo prudente como para poder revisar la ortografía, la gramática, ... y así calmarme un poco. La otra opción de escribir lo que me pasa era Facebook o el bendito Chat, pero ¡NO! Esto del "en tiempo real" puede ser desastroso para nosotras las mujeres. Así que mejor que me desconecté de toda red social posible para no cometer alguna barbaridad.

Bueno, hasta que mi "yo" tranquila y controlada regrese, es mejor que me aleje de cualquier medio de comunicación. No vaya a ser que mi metamorfosis a bruja de cuento no tenga remedio. Deséenme suerte, y hasta una próxima oportunidad.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Al Descubrirme Enamorada

Hoy ha sido un día complicado. Parte del origen de tal complicación viene desde ayer, cuando recién conversando con un amigo, caí en la cuenta de que estaba muy enamorada. Cómo le dije a este amigo, mis ojos brillan, canto y bailo todo el día y a veces sonrío sin motivo aparente. ¡Era tan evidente y yo no lo había notado! La pregunta obvia no se hizo esperar: ¿De quién estaba enamorada? Y fue ahí, que por unos momentos, no supe qué contestar. Tan sólo atiné a responder “no sé”. Pero pensándolo mejor, pude hallar una respuesta.

Se trata de una persona muy importante, la más especial en el mundo para mí. Esa persona no es otra que yo misma. Y sí, estoy enamorada de mí. No como Narciso lo estaba de sí, claro que no. Más bien, como una mezcla de madre y amiga que quieren lo mejor para esta chica que recién empieza a vivir.

Y en medio de toda esta revelación, muchas cosas empezaron a dar vueltas en mi cabeza y en mi corazón. Empecé a descubrir, y a admitir, miles de cosas que me vienen pasando en tantos aspectos de la vida, que todo esto me desbordó. Y se apoderó de mí una tristeza grande, muy grande. Me encontré tan cansada de este trajín del día a día, que se interrumpe con mis sueños a largo plazo y con mis deseos cotidianos. Descubrí lo pesado que se me hace no tomarme más de veinte minutos diarios entre desayuno y almuerzo, para luego pasar una hora al día en el carro, lidiando con choferes y peatones imprudentes; pensando en no llegar tarde al trabajo. Extrañé cuando tenía tiempo para leer mis blogs favoritos y para escribir aquello que pasaba por mi cabeza en el mío propio. Y pensé y añoré y reflexioné tanto, que me encontré con lágrimas en los ojos, en medio de una cama grande necesitando un abrazo.

“Un abrazo”, pensé. Y recordé que no iba a encontrar a nadie más enamorado de mí, que yo misma. Nadie más para quien yo fuera la persona número uno en todo este mundo, y en otros mundos más. Así que, a pesar de siempre apreciar un buen abrazo de oso de alguien más, decidí arrullarme y quererme, y dedicarme a hacerme feliz. Sólo así podría entregarme a los demás. Sólo así podría continuar con el día por venir, y con muchos más.

La tristeza continuó hoy. Y sin embargo; en medio de las cosas por hacer, de los carros que sortear y de tanto más; me fui queriendo y alegrando. ¡No por nada, estoy de mi enamorada! Y fue así que reí con más alegría, que canté con más fuerza, y me dejé querer y amé con más entrega.

Ahora que finalizo el día, no le puedo decir adiós a las complicaciones. No al cien por ciento de ellas. Pero ahora las acepto con alegría, las asumo con una sonrisa y sigo para adelante. Y como por arte de magia, lo complicado ya no lo es tanto. Luego de descubrir cuánto me quiero, veo la vida con nuevos ojos. Amo más a los demás y me es más fácil demostrarlo con un abrazo. Y así fue que todo esto ocurrió al descubrirme enamorada.

martes, 23 de febrero de 2010

Monólogo de la Mujer Moderna

Transcribo tal cual (Copy and Paste) una cadena que mi amiga Yelina me envió. Me pareció tan sensato y real, que sólo me queda compartirlo con ustedes.

MONÓLOGO DE LA MUJER MODERNA

Son las 6.00 a.m. , El despertador no para de sonar y no tengo fuerzas ni para tirarlo contra la pared.
Estoy acabada.
Quiero quedarme en casa, cocinando, escuchando música, cantando, etc. Si tuviera un perro, lo pasearía por los alrededores. Todo, menos salir de casa, meterme en el carro y tener que poner el cerebro a funcionar.
ME GUSTARÍA SABER QUIÉN FUE LA BRUJA IMBÉCIL, LA MATRIZ DE LAS FEMINISTAS, QUE TUVO LA GRANDIOSA IDEA DE REIVINDICAR LOS DERECHOS DE LA MUJER, Y POR QUÉ HIZO ESO CON NOSOTRAS, QUE NACIMOS DESPUÉS DE ELLA.
Estaba todo tan bien en el tiempo de nuestras abuelas: ellas se pasaban todo el día bordando, intercambiando recetas con sus amigas, decorando la casa, podando árboles, plantando flores, Recogiendo legumbres de las huertas y educando a sus hijos. La vida era un gran curso de artesanos, medicina alternativa y cocina, Sus esposos las cuidaban, amaban, las comprendía y lo mejor las mantenía.
Y DESPUES SE PUSO MEJOR, TENIAMOS SERVIDUMBRE, LLEGO EL TELEFONO, LAS TELENOVELAS, LA PILDORA, LA TARJETA DE CRÉDITO, AHORA EL INTERNET!!! CUÁNTAS HORAS DE PAZ!!!!
HASTA QUE VINO UNA SOLTERONA MARIMACHO Y FEA QUE ABORRECÍA A LOS HOMBRES, A LA QUE POR LO VISTO NO LE GUSTABA EL CORPIÑO, NI DISFRUTAR DEL SEXO, VINO A CONTAMINAR A VARIAS OTRAS REBELDES INCONSECUENTES CON IDEAS RARAS SOBRE 'VAMOS A CONQUISTAR NUESTRO ESPACIO'. ¡QUÉ ESPACIO NI QUÉ DIABLOS!!!
Si ya teníamos la casa entera!!! todo el entorno era nuestro, el mundo a nuestros pies!!!
Teníamos el dominio completo sobre los hombres; ellos dependían de nosotras para comer, vestirse, manejar sus cuentas, y ahora... ¿donde carajos están? no lo sabemos ... pues ni siquiera nos queda tiempo para ir al almorzar con ellos y nos la pasamos todo el día tan ocupadas que toca creerles y confiar en ellos.

Después de un largo día acabamos agotadas, exhaustas, ni hacer el amor queremos, nos duele la cabeza, argumentamos mil tarugadas por cansancio... Para que tanto poder??? Díganme!!! Si ya ni podemos complacernos con nuestro marido!!!!!!
Ahora ellos están confundidos, no saben qué papel desempeñan en la sociedad, HUYEN DE NOSOTRAS, COMO EL DIABLO DE LA CRUZ, LES DAMOS MIEDO, TANTA PINCHE INDEPENDENCIA ACABO POR HACERLOS HUIR!!!

Tenemos que ser EJECUTIVA, ESPOSA, MADRE, HIJA, AMIGA, Dirigir la oficina, hacer las tareas de los hijos, velar para que nuestra casa siempre esté impecable y la empleada no haga estragos, cocinarle de vez en cuando al marido para que no se aburra ( Porque una de dos: o come en la calle o donde la mamá), asistir a reuniones en el colegio de los niños, llevarlos al médico, a la natación, al karate, a la nivelación, etc. etc, etc.

De repeso tenemos que llegar a casa primero que nuestro esposo, para alcanzar a darnos un buen baño y nos encuentre fresca, divina, rozagante, echarnos toooodas las cremas (La humectante de la noche, la rejuvenecedora, la de las patas de gallina, la de los labios, la de las mejillas, la de las cejas, la del cuerpo, la de la celulitis, la antriestrías, la extrahumectante para codos y rodillas, etc, etc, etc. Fuera de eso estar dispuestas a darle gusto en la cama porque si no sale a la calle a buscarse una moza, apasionada, bien buena, bruta pero mantenida.
Ese chistecito, acabó llenándonos de deberes. Y lo peor de todo, acabó lanzándonos dentro del calabozo DE LA SOLTERÍA CRÓNICA AGUDA!!! Antiguamente los Matrimonios duraban para siempre. Y AHORA SI TE DIVORCIAS HASTA HAY QUE MANTENERLOS O COMPARTIR CON ELLOS LA MITAD DE LOS QUE CON TANTO ESFUERZO HAS CONSEGUIDO!!!!!!!! (para que lo comparta con la querida causante del divorcio)
¿Por qué, díganme por qué, LIBERACIÓN FEMENINA????...que sólo necesitaba ser frágil y dejarse guiar por la vida, comenzó a competir con los machos...
MIREN EL TAMAÑO DEL BÍCEPS DE ELLOS Y MIREN EL TAMAÑO DEL NUESTRO. ESTABA MUY CLARO, CADA QUIEN EN SU SITIO DESDE ADAN Y EVA....LIBERACIÓN FEMENINA...ESTO NO IBA A TERMINAR BIEN!!!
No aguanto más ser obligada al ritual diario de estar flaca como una escoba, pero con tetas y culo duritos, para lo cual tengo que matarme en el gimnasio, hacerme mantenimiento en el quirófano, además de morir de hambre, ponerme hidratantes, anti arrugas, padecer complejo de radiador viejo tomando agua a todas horas, y demás armas para no caer vencida por la vejez, maquillarme impecablemente cada mañana desde la frente al escote, tener el pelo impecable y no atrasarme con las mechas, que las canas son peor que la lepra; elegir bien la ropa, los zapatos y los accesorios, no sea que no esté presentable para esa reunión de trabajo, tener que resolver la mitad de las cosas por el celular, instalarme todo el día frente al PC trabajando como una esclava (moderna, claro está), con un teléfono en el oído y resolviendo problemas uno detrás de otro, que además ni son mis problemas!!!
Todo para salir con los ojos rojos (por el monitor, claro, porque para llorar de amor no hay tiempo).
Y mira que teníamos todo resuelto!!!
Estamos pagando el precio por estar siempre en forma, sin estrías, depiladas, sonrientes, perfumadas, uñas perfectas, sin hablar del currículum impecable, lleno de diplomas, especializaciones y doctorados; para qué???? Para que mires alrededor y te ves vieja, fea, sola, acabada, tu marido te dejó, tus hijos crecieron, se casaron, y qué???????
NOS VOLVIMOS 'SÚPER MUJERES' . PERO EN EL FONDO AÚN NOS DISCRIMINAN Y TENEMOS MAS RESPONSABILIDADES QUE ANTES Y DIGANME AQUI ENTRE NOS CON EL CORAZÓN EN LA MANO... SOMOS FELICES???? NOOOO QUE VÁ, PURO CUENTO!!!

¡¡¡BASTA!!!

Quiero que alguien me abra la puerta para subirme al auto, me de la mano al bajar un escalón, que corra la silla cuando me voy a sentar, que me mande flores, que me dé serenatas en la ventana, que me haga masajes en la tina y me trate como su porcelana... Si nosotras ya sabíamos que teníamos un cerebro y que lo podíamos usar. ¿¿Para quééééé había que demostrárselo a ellos??
Ay, Dios mío, son las 6:30 am y tengo que levantarme... ¡Que fría está mi solitaria y grandísima cama!...CARAJOS!!!!...quiero que mi maridito llegue del trabajo, que se siente en el sofá, que disfrutemos de una cena juntos, que me haga el amor, que me haga sentir mujer... (a mí, no a su exuberantita) porque descubrí que es mucho mejor servirle una cena casera que atragantarme con un sándwich y una coca-cola LIGHT mientras termino el trabajo que me traje a casa.
No, mis queridas colegas, inteligentes, realizadas, liberadas...y abandonadas y lo peor aun PENDEJAS!. ESTOY HABLANDO MUY SERIAMENTE... RENUNCIO A MI PUESTO DE MUJER MODERNA.
QUIERO QUE ME CONCIENTAN, ME TRAIGAN EL DESAYUNO A LA CAMA, QUIERO HACER EL AMOR CON GANAS, NO QUIERO MAS CELULAR, ESTRÉS, TRANCONES, REGAÑOS DEL JEFE, RECLAMOS DE MIS HIJOS PORQUE NO LES PRESTO LA ATENCION QUE NECESITAN (YA NO DOY MAS HAGO LO QUE PUEDO)... QUIERO UNA VIDA TRANQUILA SIN LLEVAR A CUESTAS LAS CONSECUENCIAS DE LA GLOBALIZACION Y LIBERACION FEMENINA!!!!!!!!
Alguien más se suma?..*
> REENVIALO A TODAS LAS MUJERES BELLAS Y FEMENINAS QUE CONOCES Y A LOS HOMBRES QUE CREEN QUE NO NECESITAMOS DE ELLOS PORQUE SOMOS MUY INDEPENDIENTES A VER SI LES CAE EL VEINTE Y NOS APAPACHAN AUNQUE SEA CON UNA LLAMADA

domingo, 14 de febrero de 2010

Coqueteos On – Line

Desde ayer estuve pensando en el tema más apropiado para escribir en mi blog. El viernes le prometí a un amigo que lo haría este fin de semana, así que para honrar mi promesa, estuve dando vueltas en mi cabeza a varios temas que tengo pendientes. Hoy es día de San Valentín así que la primera opción fue escribir algo relacionado, algo sobre aquella persona especial, la tan soñada y anhelada “media naranja”. Y mientras toda la mañana y parte de la tarde estuve madurando las ideas, me topé en la televisión con la película “Alguien Tiene que Ceder”. Ya la había visto antes, un par veces. La primera vez fue en el cine, con una amiga. Entramos sin saber de qué se trataba, así que fui sorprendiéndome durante todo el film y simplemente pasó a ser una de mis películas favoritas.

Ahora que la disfrutaba por tercera (o tal vez cuarta) vez, fue inevitable sonreír al ver a los protagonistas comunicarse en el “chat”. Aquella herramienta poderosa que sirve para mantenernos en contacto con nuestros seres queridos o para ser más productivos en el trabajo, también es un medio muy útil para coquetear. ¡Sí, claro! No se hagan los sorprendidos, que apuesto que alguna vez lo han hecho, o por lo menos saben de alguien que sí. Supongo que es aquella pantalla que nos separa (y que a la vez nos une) la que nos permite ser más osados para atrevernos a decir algo que no pronunciaríamos frente a frente. O tal vez sean los signos de puntuación, como los tan usados “…”, o las frases de múltiple interpretación (entiéndase “doble sentido”) las que nos seducen con su encanto para finalmente rendirnos al “coqueteo On – Line”.

La distancia de Internet nos permite pensar con más cuidado lo que vamos a decir (escribir); aunque mil y un veces terminemos por descontrolarnos y demos ENTER a un montón de tonterías llenas de furia, rabia, rencor, dolor,… Palabras que el viento no se podrá llevar ya que quedarán fijas en una ventana de Chat; fáciles de leer y releer, de guardar en un documento y hasta de imprimir. Y a pesar de todo, no dejamos la mala costumbre de galantear vía Messenger.

Costumbre que, para bien o para mal, comienza desde que somos chicos. Recuerdo cuando estaba en el colegio. Tenía una amiga que empezó un romance con un chico con el que chateaba todas las tardes. Y producto de ese sinfín de conversaciones, mi amiga imprimía varias decenas de hojas con el registro de cada palabra escrita; para enseñármelas a la hora del recreo y revivir toda la emoción de la tarde anterior.

Y hoy, día de San Valentín, imagino que muchas personas en el mundo no habrán dejado pasar la oportunidad de dejar entrever su interés hacia alguien más; ya sea enviando una e-Card por el Día de la “Amistad” (léase, “romance en proceso”), o escribiendo un e-mail deseando al destinatario que encuentre a ese “alguien especial” (quien no sería otro que el remitente), o simplemente flirteando descaradamente en el Messenger. Total, la tecnología también está para ayudarnos en el plano romántico, ¿no creen?

martes, 5 de enero de 2010

¡Bendita Tecnología!

Recuerdo cuando era niña. Solía escuchar “El Tocadiscos”, un programa radial de música del recuerdo de una emisora local. Yo tenía cinco años y me hice fan número uno de la canción “See you in September” interpretada por Julie Budd. En ese entonces no sabía quien era la cantante, pero eso no importó mucho para que yo pudiera disfrutar de su canción. Mi papá grabó un cassette sólo para mi, color naranja que aun conservo, con “See you in September” como primera canción del lado A. Y como segunda, tercera, cuarta,… y octava; para que no fuera necesario que yo tuviera que retroceder la cinta una y otra vez. Luego seguía Santa Fe, interpreta impecablemente por Raúl Di Blasio, también ocho veces más. ¡Cómo me gustaba escuchar ese cassette! ¡Qué maravilloso era poder escuchar cuantas veces quisiera aquello que tanto me deleitaba!

Ahora que lo recuerdo, pienso ¡bendita tecnología! Y sí. Porque ella permitió que esa canción tan linda pudiera llegar a los oídos de tantos radioescuchas, que se le pudiera grabar en una cinta, y que una pequeñita la escuchara y cantara sin parar.

Poco después, usé por primera vez una computadora. Fue una IBM XT, muy “antigua” por cierto (hace 6 años vi una igual en un museo en Washington D.C.). En un diskette de esos grandes había un juego llamado Jump Man, de un hombrecito que esquivaba piedras y otros obstáculos para comer todas sus comiditas - valga la redundancia – en el menor tiempo posible. Con seis años llegué a ser experta en el juego y superé los records de mi papá. Eso me ayudó a descubrir que el empeño y la práctica constante rinden frutos.

Otro momento en el que la tecnología fue importante en mi vida fue en 1998, año en que mi papá partió a Holanda para hacer una maestría. Estuvo allí año y medio y el e-mail fue nuestro medio de comunicación principal. Nuestra primera conexión a Internet dependía de la línea telefónica, por lo que instalamos en la computadora (una nueva, no la IBM XT) el Outlook Express para poder almacenar los correos electrónicos en la memoria de la PC y redactarlos sin necesidad de estar usando la conexión telefónica.

Y ahora, que reflexiono sobre el tema, sólo me queda agradecer a Dios por brindarme en la tecnología un instrumento de ayuda para disfrutar de tantos momentos y experiencias. Y sobre todo le agradezco el haberme dado el criterio para saber utilizarla. Por ejemplo, hoy día le agradezco haberme permitido reír viendo la televisión, informarme sobre los últimos acontecimientos al escuchar la radio, conducir un vehículo genial a la par que cantaba las canciones de la radio, y tener la posibilidad de solicitar a alguien la foto del primer arco iris que veo en mi vida. ¡Ah!, y agradezco el haber escuchado de nuevo “See you in September” en You Tube. Lo disfruté tanto como cuando tenía cinco años.


miércoles, 9 de diciembre de 2009

Los Hombres También Tienen Derecho


Existe el debate sobre el lugar que las mujeres deben ocupar en la sociedad. Durante muchos años, las mujeres fueron “destinadas” a quedarse en casa con los hijos mientras el hombre salía a ganarse el pan de cada día. Pero con el pasar del tiempo, las mujeres quisieron explorar otras destrezas y brindar mayor variedad de aportes a la sociedad. Poco a poco fueron consiguiendo derechos y ahora, sí lo desean, pueden ser Premio Nobel en Economía o una habilísima carpintera metálica.

Y con estos nuevos retos a cumplir en la sociedad, surgió el “dilema” de “elegir” entre el trabajo o el hogar. Por lo menos así es como lo plantea la Ideología de Género, según la cual las diferencias entre hombre y mujer, con respecto al pensar, obrar y valorarse, son fruto de la cultura y la época; mas no determinadas por el sexo de cada persona. Específicamente en este caso, esta ideología indica que una mujer que tiene un hijo NO ES madre, sino ha aprendido de la sociedad este ROL, por lo que la familia sería un obstáculo para que las mujeres se desarrollen profesionalmente. Para las feministas de género, el que la mujer cuide a los hijos y que el hombre trabaje fuera de casa, es una situación injusta y una opción inválida para la mujer.

Concientes de ello o no, muchas mujeres han sido influenciadas por esta ideología y deciden vivir “modernamente” y desentenderse de la crianza de sus hijos. Optan por que la abuela, en el mejor de los casos; una niñera o un “Centro de Estimulación Temprana” se hagan cargo de lo que naturalmente harían ellas mismas si siguieran su instinto maternal, su vocación de madres.

A Dios gracias, de las mujeres que trabajan fuera de casa, hay aquellas que sí desean realizarse como mamás y también como profesionales, y buscan encontrar un balance que no afecte la salud emocional y física de sus hijos y esposo. Más bien, desean que sus logros profesionales puedan beneficiar a los suyos económicamente, y más importante aun, en un plano de transmisión de experiencias y conocimiento que enriquezca las relaciones familiares. Y felizmente, la legislación está avanzando en esto.

Pero todos estos esfuerzos loables por mantener a la familia unida están incompletos. Sí, la presencia de la madre en el hogar es importante. ¿Y la del padre? ¿No es igual de importante? ¿O es que acaso él sí debe ser “el burro de carga” que sólo vale por su aporte económico a la casa? Pues no. Los padres también se merecen que luchemos para que se hagan leyes que les permitan realizarse como tales.

Un maravilloso primer avance en la lucha por los derechos de los padres en nuestro país es la denominada “Ley que concede el derecho de licencia por paternidad a los trabajadores de la actividad pública y privada”, que el pasado 19 de septiembre fue promulgada por el presidente García. Esta ley concede a los hombres que se conviertan en padres, una licencia remunerada de cuatro días hábiles y consecutivos, entre la fecha de nacimiento del nuevo bebé y la fecha en que la madre (esposa o conviviente) o el hijo o hija sean dados de alta por el centro médico respectivo. Es aplicable a los sectores público y privado, a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional del Perú.

A mí, personalmente, me ha dado mucho gusto esta ley que aporta a la consecución de una verdadera paternidad responsable. No una entendida como la predeterminación del número de hijos a tener y nada más. Sino una que acoja a todos los integrantes de la familia y que brinde la oportunidad, tanto a mujeres como a hombres, de dedicarse en cuerpo y alma a sus hijos. Ser una madre o un padre responsables no es simplemente darles techo, comida, educación y vestido. Lo más importante es poder darles amor y que los hijos perciban su amorosa presencia. Y a Dios gracias, hemos dado el primer paso.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Caridad en Internet

Tengo que confesar que padezco de una costumbre que linda con la adicción. El “objeto de mi deseo” es un mundo en el que las personas pueden expresar y escribir sobre lo que les interesa. Desde experiencias personales, pasando por temas científicos y artísticos, hasta los más detallados y exhaustivos análisis económicos y políticos. Esto no es otra cosa que la Blogósfera. Un blog – aquello de lo que se compone la Blogósfera – es una bitácora en Internet donde el o los editores de éste tienen la libertad de publicar cualquier cosa que deseen. De hecho, yo misma edito uno. Y en mi experiencia de “blogger” y de navegante por la Blogósfera, me he topado con muchas cosas. Algunas banales, otras más profundas. Pero de entre todas ellas llamó mi atención un blog en particular, tanto por el tema que trata como por su gran popularidad.

Me refiero al blog “Educando a mi Hijo” (www.educandoamihijo.com) de la familia Miskulin Gilardi. Una familia peruana como cualquier otra, sólo que a ellos les tocó la muchas veces incomprendida bendición de tener un hijo especial. Danko, el segundo y único varón de cuatro hijos, es autista. En 1987, cuando Danko fue diagnosticado de autismo Viviana, la mamá, y Danko, el papá, no sabían nada del tema, al igual que muchos médicos que no les auguraban un buen futuro. Sin embargo, el amor de esta familia los hizo expertos en la materia. Y con tanto amor y tanto conocimiento vieron en la blogósfera el mejor medio de ayuda a tantas familias que como ellos en algún momento, sienten miedo por el desconocimiento y el reto que les espera.

Podemos decir que el blog “Educando a mi Hijo” es un gran aporte para el logro del bien del hombre, y para fundamentar esta afirmación lo más adecuado es valerse de una herramienta confiable. Justamente, el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales de la Iglesia Católica, en su documento Ética en Internet, nos indica cuáles son los principios éticos fundamentales para valorar las comunicaciones sociales; categoría dentro de la que están los blogs e Internet en su totalidad. El primer principio es tener a la persona humana y a la comunidad humana como el fin y la medida de la utilización de los medios de comunicación social. El objetivo de las comunicaciones sociales debe ser el desarrollo integral de las personas. El bien común es el segundo principio y consiste en brindar todas aquellas condiciones que permitan a las personas y a los grupos lograr sus más plena perfección. Finalmente, está el principio de la solidaridad. Ella predispone a la gente a proteger y a promover el bien común. Es una determinación firme y perseverante que busca con ansias el bien común.

Es evidente cómo “Educando a mi Hijo” cumple con los tres principios. Y lo más alentador de todo, es que estos principios no se oponen a la popularidad y aceptación de un medio de comunicación, como sería en este caso un blog. La más saltante prueba es el éxito rotundo de la familia Miskulin Girardi en el Blog Day 2009. En este evento, que en el Perú se realiza el último sábado de agosto, también se lleva a cabo el concurso 20 Blogs Peruanos. Ya habiendo sido ganador de la categoría Familia en 20 Blogs Peruanos 2008, “Educando a mi Hijo” fue el ganador indiscutible de la edición 2009; llevándose los premios de Blogstar, que se disputa entre los ganadores de la edición anterior; y del Blog más votado, categoría principal del concurso.

Esta clase de experiencias en Internet es esperanzadora. Ver cómo Internet nos permite formar vínculos de amor, en los que el objetivo único y rector es “amar al otro como a nosotros mismo”. Existe la creencia errada de que lo inmoral vende. Qué aquello que se orienta por valores es impopular. Pero “Educando a mi Hijo” nos ha demostrado todo lo contrario. Nos ha probado cómo el orientarse a la persona humana y a su comunidad, al bien común y a la solidaridad genera en las personas una conexión importante, una gran empatía. Siguiendo ejemplos como éste, lograremos que Internet se convierta en un instrumento valiosísimo para la consecución de una civilización hecha por y para el amor.

lunes, 9 de noviembre de 2009

El Soundtrack de la Vida

Hace dos días le preguntaba a alguien si iría al concierto de los Hombres G, que se realizará este sábado. La respuesta recibida fue un rotundo SÍ. Y la explicación a tal respuesta fue que los Hombres G le recuerdan a esta persona sus mejores juergas, sus mejores amigos y enamoradas (no pude evitar preguntarme quién o quiénes sería(n) la(s) chicas(s) cocodrilo de su pasado);…, en fin, la emoción que pude ver en su rostro me decía que los Hombres G fueron parte importante del Soundtrack de su vida.

El Soundtrack o Banda Sonora de una película es el conjunto de todas aquellas canciones que le dan emoción al film. Aquellas que ayudan muchísimo a que los espectadores tiemblen de miedo, sientan su corazón romperse ante una escena dolorosa o se les escarapele la piel en un momento romántico. ¡Imagínense qué sería de las películas si no hubiera alguien que idease todas aquellas canciones que le ponen sazón y sabor al séptimo arte!

De igual manera, cada uno, a lo largo de la vida, acompaña sus vivencias de innumerables melodías que de escucharse ya pasado bastante tiempo, pueden llevarnos hacia atrás a revivir aquello que creíamos olvidado. Todo este conjunto musical es a lo que yo llamo el Soundtrack de la vida.

¿Se acuerdan de las canciones que estaban de moda cuando eran niños? Yo me acuerdo de una de Maná llamada Cómo Te Deseo. Puedo verme en la clase de Segunda Etapa “K”, con solo cinco años, con mis compañeritos todos danzando porque a la profesora se le ocurrió poner esa canción para bailar. O el famoso Meneito, cuyo bailecito pegajoso hasta ahora puede salir a relucir en algún momento de insensatez. ¡También las canciones de los Enanitos Verdes! Cómo olvidar “Yo necesito tu amor, dame tu amooor. Yo necesito tu amor, igual que ayer”. Es más, yo solía coger mis lapicitos de color verde que ya estaban muy pequeños de tanto tajarlos y decir que esos eran mis enanitos verdes.

Uno va creciendo y va acompañándose de las canciones que escucha a su alrededor. Estas pueden ser las que suenan en la radio, como en mi caso Estoy Aquí de Shakira o Poco a Poco de Torbellino. Y también aquellas que años atrás fueron hits y que los padres escuchan recordando sus mejores momentos. Las canciones de este tipo que yo cantaba eran See You In September (no sé quién era la intérprete) o Teacher’s Pet de Doris Day.

¡Y llega la adolescencia! Y con ella las fiestas, los chicos, las chicas. Todo un mundo nuevo por explorar y miles de sensaciones que experimentar. Y esta época es la que está más marcada por la música. Creo que es ese poder mágico que ella posee lo que nos atrae. Nos hace sentir libres en una etapa en la que deseamos tanto volar. Me imagino que la mayoría de ustedes recuerda qué canción escuchaba cuando llegó el primer amor o la primer decepción. El primer quinceañero y el viaje de promoción.

Y así pasa la vida, y con ella siempre habrá algún cantante o compositor en pleno apogeo, o tal vez ya dejado al recuerdo de unos pocos, que sin saberlo, se convierta en parte de nuestra vida, en cómplice de nuestros planes, en un amigo en los momentos difíciles o en aquel verdugo que nos tortura al hacernos recordar algo muy doloroso para nosotros.

Y ustedes, amigos míos, ¿qué canciones consideran que son parte del Soundtrack de sus vidas?

miércoles, 21 de octubre de 2009

Te Amo


Hace algunos días vengo reflexionando sobre el amor. Más específicamente, vengo cuestionando la existencia del amor de pareja. Porque sin duda el amor de padres a hijos existe. Lo vivo día a día, tanto con mis padres de la Tierra como con mi Padre Celestial. Sin embargo, tengo la sensación de haberme vuelto un poco escéptica sobre la posibilidad de amor verdadero entre un hombre y una mujer.

Y es que es difícil encontrar parejas que realmente se amen. No hablo de enamorados o novios que tengan una buena relación. Aun cuando ésta tenga varios años, la convivencia cambia las cosas por completo. Hasta el “simple hecho” de firmar un papel que los declare marido y mujer, cambia la figura.

Yo me pregunto, a propósito de eventos nupciales de gente que conozco, acontecidos hace poco o que pronto ocurrirán, cómo es que están seguros del paso que van a dar. Asumir un compromiso de por vida de tal naturaleza es algo muy serio. No por el hecho de que sea de por vida. La cadena perpetúa es hasta la muerte y no tiene precisamente la seriedad de la unión de un hombre y una mujer. La magnitud del matrimonio viene del saber que uno ama al otro y que el otro nos ama. Vuelvo sobre la cuestión: ¿Cómo estar seguros? ¿Cómo saber que uno está amando? ¿Cómo saber que se está siendo amado? Me parece tan gracioso cómo es que los enamorados llaman a sus parejas “amor” así de fácil. Sin saber lo que realmente están diciendo. “Amor”… ¡qué palabra tan compleja!

A pesar de tener un lado escéptico, muy dentro de mí guardo la esperanza de que el amor de pareja exista. Que no sea solamente un truco publicitario para vendernos (sobre todo a las mujeres) discos de baladas, películas románticas, chocolates, flores y osos de peluche con un corazón grabado con “I Love You”.

Tengo la esperanza de que aquellas canciones tan hermosas que alguna vez (muy de vez en cuando, si lo analizamos) escuchamos en la radio vengan del corazón de un compositor que realmente ama. Alguien que lleve más de veinte años de casado y que pueda observar, mientras su esposa hace sus tareas cotidianas, cómo es que sigue siendo tan bella como la primera vez. ¡Qué digo! No igual de bella, ¡más bella aún! Más madura, más sabia. Con un corazón más grande por el amor que desborda, amor que da sin condición a su familia, y quien sabe, puede que también a todos los que la rodean. Bella sin importar si tiene uno o muchos kilos de más, o de menos. Si es abuela o si vuelve a ser madre después de tiempo. Bella porque ella es así. Bella porque él la ama y lo puede ver.

Con el deseo que mi esperanza tenga fundamento, aquí les dejo una canción muy especial. Espero, chicas, que dentro de muchos años, sus esposos puedan dedicarles una canción como esta. Les deseo, chicos, que luego de varias décadas con una mujer, la sigan viendo tan bella como la primera vez. ¡Qué digo! ¡Más bella aún!

Te Amo – Alexander Acha

Amo toda tu figura modelo de lo increíble
Belleza y virtud en una tu soltura al perdonar
No dejas morir a nadie y vas sembrándonos ilusiones
Tú no sabes lo que causas
Creo que aun no te has dado cuenta
Haces que la gente agradezca tu existencia

Te amo más que a un nuevo mundo
Más que a un día perfecto
Más que a un suave vino
Más que a un largo sueño
Más que a la balada de un niño cantando
Más que a mi música más que a mis años
Más que a mis tristezas más que a mis quehaceres
Más que a mis impulsos más que a mis placeres
Más que a nuestro juego preferido
Más aun que esto te amo

Amo toda tu persona parábola de la vida
Poderosa cenicienta
Tu destreza para amarnos
No olvidas dolor de nadie y te desvives por alegrarnos
No has notado lo que eres y me aterra que lo notes
Haces que las rosas se peleen por ser tu broche

Te amo más que a un nuevo mundo
Más que a un día perfecto
Más que a un suave vino
Más que a un largo sueño
Más que a la balada de un niño cantando
Más que a mi música más que a mis años
Más que a mis tristezas más que a mis quehaceres
Más que a mis impulsos más que a mis placeres
Más que a nuestro juego preferido
Más aun que esto te amo

Más que un largo viaje
Más que a un rubio campo
Más que a un viejo amigo
Más que a cualquier santo
Más que a tu pureza adornada de errores
Más que a tu tenacidad que no se rompe
Más que a tu alegría más que a tus colores
Más que a tu sensualidad que crees que escondes
Más que a nuestro beso primero
Más aun que esto te amo
Más que a nuestro beso primero
Más aun que esto te amo
Más que a nuestro beso primero
Más aun que esto te amo más
Que a nuestra mágica noche de bodas
Más aun que esto te amo… te amo

jueves, 17 de setiembre de 2009

Aquella Amistad


Ayer en la noche, muy tarde ya, conversé por messenger con una amiga muy especial luego de mucho tiempo. Yo me encontraba muy cansada, había pasado un día entero de trabajo duro y aún tenía cosas que hacer para presentar hoy día a las 7am. Sin embargo, todo mi ser me impedía decirle “Claudia, sabes, estoy muy ocupada y exhausta, otro día hablamos”. Y es que Claudia es mi gran amiga, aunque la vida nos haya llevado por caminos distintos y nos haya alejado. Es como la canción de Presuntos Implicados que dice “Cómo hemos cambiado. Qué lejos ha quedado aquella amistad”.

A Claudia la conocí hace cuatro años, cuando estudiábamos francés. Ella era una persona muy diferente a mi. Desde la clase de infancia que habíamos tenido, los colegios en los que habíamos estudiado, nuestros intereses profesionales, nuestro punto de vista sobre el amor, la vida, ...; hasta el hecho de que yo soy omnívora y ella era vegetariana. Un sinnúmero de diferencias que no valían nada a comparación de aquella conexión especial que había surgido entre nosotras. Tal vez ella fue para mi la hermana que nunca tuve.

Ella fue a la amiga a quien le pude confiar algún rinconcito de mi corazón que nunca antes había compartido. Con ella conversé de temas tontos y banales, y también sobre aquello realmente importante. Ella me contaba lo que le sucedía y yo hacía lo mismo. Muchas veces estuvimos en desacuerdo pero nunca lo suficiente como para romper aquella amistad.

Así pasaron cerca de tres años. Pero ambas caminabamos por nuestras propias vidas, nuestros propios rumbos. Terminamos todos los cursos de francés y dejamos de vernos. Solíamos comunicarnos, pero la vida fue llenándose de ocupaciones y el contacto fue diminuyendo. Yo continué por el mismo camino, ella cambió de dirección.

Hace poco nos pusimos al día de nuestras vidas. Ella se había casado y ahora vive algo cerca de mi casa junto con su esposo. Dejó de ser vegetariana para incluir en su dieta carnes blancas y ahora piensa su futuro en pareja.

Ayer que conversamos algunos minutos por messenger, la sentí tan cerca como hace algunos años atrás. Tan amiga mía, tan hermana. No pude evitar reconocer que me hace falta, que la extraño muchísimo y que añoro aquella amistad. Sé que no se rompió, eso nunca sucederá. Pero ya no es lo mismo.

Este post se lo dedico a ella, a Claudia, quien recién ayer se enteró de la existencia de La Flor del Jacarandá. Conversamos sobre algunos de mis posts, y ahora escribo uno en su nombre. Para mi gran amiga, mi cómplice, mi hermana.

martes, 1 de setiembre de 2009

Sola al Volante


Ocurrió el miércoles pasado al medio día. Estaba en mi casa, estudiando para un examen que me tocaría más tarde. Decidí ir a nadar. Noté que ya no tenía reacondicionador ni jabón. Así que fui a la farmacia, a una de las que quedan cerca de mi casa. Ya casi estando de vuelta, llamé a mi papá que se encontraba en el trabajo y le dije: “Papá, voy a ir a nadar. ¿Puedo ir yo sola?”. Él me dijo “Claro”, pero yo expliqué “Yo sola en el carro”, a lo que él respondió “Claro que sí”.

Y es que a pesar de contar con licencia para matar, perdón, licencia para conducir desde hace algunos meses, nunca antes había tenido la “osadía” de conducir yo sola. Supongo que en parte porque recién estaba acostumbrándome a la camioneta (muy alta por cierto) que me correspondería conducir, y también porque el tráfico de Arequipa está cada día peor; así que quería asegurarme de aprender algunos truquillos antes de enfrentarme a ticos y combis imprudentes, peatones con alma suicida o mente descuidada (o ambas), semáforos ubicados con mal criterio, policías algo (o muy) desorientados, “by passes” con crucero peatonal al final,… en fin, con innumerables obstrucciones que harían de mi vida como conductora una experiencia que podría ser calificada de cualquier cosa, menos de aburrida.

Regresando al miércoles pasado. Preparé mi mochila con todo lo necesario y me dispuse a emprender mi pequeña aventura automovilística que no duraría más de cinco minutos. Mi mamá había llegado a la casa, así que se ofreció muy insistentemente en ayudarme con la puerta del garaje y en guiarme para salir de la casa. Antes de subir al asiento del conductor me dijo “Persígnate tres veces”. Esta vez le hice caso sin chistar. Y luego me pidió “Me llamas apenas llegues al Inter”.

El camino de ida no tuvo mayores inconvenientes que los de costumbre. El que encabeza la lista es un semáforo que recientemente colocaron al finalizar una callecita angosta por la que casi nunca pasan carros, pero sí en la transversal. Por suerte no hubieron muchos carros queriendo ir por la transversal, así que rápidamente salí de ahí. Llegué al club, entré, llegué a la piscina, estacioné, bajé, puse la alarma, llamé a mi mamá y a nadar. De regreso, la misma historia sólo que en reversa.

Ya cuando estaba a media cuadra de mi casa, divisé la puerta del garaje abierta de par en par. Ya estaba ahí la otra camioneta, signo indiscutible de que mi papá estaba en casa. Así que me dispuse a ingresar. Mi papá salió presuroso para dirigirme ya que es un poco complicado hacer entrar a dos vehículos de tal anchura. Cuando ubiqué correctamente el vehículo, lo apagué y bajé. Mi papá se paró cerca de la puerta y luego me abrazó. Mi mamá hizo lo mismo cuando ingresé a la casa.

Supongo que a mis 21 años puede parecer algo exagerado todo lo acontecido por el simple hecho de salir en el auto sin compañía. Pero a mi me gustó. No sé. Creo que me sentí querida y protegida por mis padres, que siempre estarán pendientes de mi, ya sea aquí o yo estando lejos de ellos, creciendo y volando como todos lo hacemos.

Así que espero que lo ocurrido el miércoles se repita. Muchas salidas en auto y mucho amor de mis padres. En realidad, estoy cien por ciento segura de que se repetirá.

viernes, 21 de agosto de 2009

El Jacarandá Está Floreciendo


Esta mañana, cuando regresaba a mi casa de la universidad, pasé como tantas veces, por un jacarandá ubicado estratégicamente al final de un puente y al inicio de una avenida, y noté que éste estaba floreciendo. Me dio mucho gusto, me causó una sensación agradable. Eran tantas sus flores que hasta habían caído algunas formando un simpático círculo lila alrededor de éste. ¡Y pensar que hasta hacía poco ese jacarandá lucía desnudo y seco! ¡Y ahora se le veía tan lleno de vida!

En ese momento tuve la sensación de que todo me iría muy bien. Al fin y al cabo, el árbol floreciendo era un jacarandá y no cualquier otro árbol ajeno a mi. Y realmente, se cumplió aquella premonición.

Ahora me encuentro terminando una etapa de mi vida. Y debo concluirla bien y a su debido tiempo. No debo dilatar este final para así poder continuar creciendo en esta aventura increíble y hermosa llamada vida. Pero las cosas a veces parecen difusas y confusas; así las estaba viendo yo desde el martes. No obstante, el panorama empezó a aclararse hoy día, y aquella sensación tan singularmente agradable que me había causado ver aquel jacarandá lleno de flores regresó a mi.

Es fascinante como Dios tiene infinitas formas para guiarnos y encausarnos por “el buen camino”. Aquel camino que nos proporciona una paz interna que a su vez nos permite continuar con una visión aún más clara de las cosas. Y eso fue lo que experimenté hoy día.

viernes, 14 de agosto de 2009

El Verdadero Amor


Uno de mis libros favoritos es “El Canto del Pájaro”, de Anthony de Mello. Es un libro de pequeños cuentos, seguidos por también pequeñas reflexiones que hace el autor. En mi opinión, es una de las mejores obras que existe en la literatura de humanidad. Y no las por razones que un estudioso de la literatura haría tal afirmación; sino porque en la sencillez de sus cuentos encontramos una gran espiritualidad. Son cuentos que nos transportan a lo más íntimo de nuestro ser para así confrontarnos con La Realidad, una Realidad más grande que lo inmenso del universo, y más verdadera que aquello que parece evidente.

En este libro, creo yo, uno puede encontrar algunas pistas que nos lleven al conocimiento de la naturaleza de Dios, del Padre.

Aquí, un cuento que sé les será de gran ayuda en tal cometido. Léanlo lentamente, interiorizando la enseñanza que les revela esta narración, y seguramente experimentarán el Verdadero Amor.


NO CAMBIES

Durante años fui un neurótico. Era un ser angustiado, deprimido y egoísta. Y todo el mundo insistía en decirme que cambiara. Y no dejaban de recordarme lo neurótico que yo era.
Y yo me ofendía, aunque estaba de acuerdo con ellos, y deseaba cambiar, pero no acababa de conseguirlo por mucho que lo intentara.

Lo peor era que mi mejor amigo tampoco dejaba de recordarme lo neurótico que yo estaba. Y también insistía en la necesidad de que yo cambiara.
Y también con él estaba de acuerdo, y no podía sentirme ofendido con él. De manera que me sentía impotente y como atrapado.

Pero un día me dijo: «No cambies. Sigue siendo tal como eres. En realidad no importa que cambies o dejes de cambiar. Yo te quiero tal como eres y no puedo dejar de quererte».
Aquellas palabras sonaron en mis oídos como música: «No cambies. No cambies. No cambies... Te quiero...».
Entonces me tranquilicé. Y me sentí vivo. Y, ¡Oh, maravilla!, cambié.

Ahora sé que en realidad no podía cambiar hasta encontrar a alguien que me quisiera, prescindiendo de que cambiara o dejara de cambiar.
¿Es así como Tú me quieres, Dios mío?
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Pueden encontrar el libro completo en: http://es.geocities.com/mq552003/mar24.htm

martes, 11 de agosto de 2009

Un Libro Sobre La Familia


Resulta interesante como un libro nos puede llevar a reflexionar sobre la profundidad y significación de nuestra existencia al tratar el tema del matrimonio. En un mundo donde lo superficial está de moda, la moral es subjetiva y las relaciones interpersonales sólo se ven como un medio para auto beneficiarse, la familia se ve amenazada por todas estas “tendencias”, estas “formas de ver la vida” y está en constante riesgo de convertirse en un lugar donde se está físicamente juntos, mas no acompañados ni mucho menos comunicados. La familia está en peligro de convertirse en un mero grupo de personas cuyo único denominador común sea la genética.

“Familia Hoy Amor Conyugal”, escrito por José Manuel Rodríguez Canales, expone cómo, por desconocimiento de la propia naturaleza humana y de la del cónyuge, uno puede “dejarse llevar” y fracasar en el trascendental proyecto de ser familia. Explica como la común unión de dos personas, hombre y mujer, complejos y llamados al amor, cada uno unidad de cuerpo, alma y espíritu; implica trabajo arduo y constante en el mantenimiento de su relación y en el crecimiento de su amor.

Manuel Rodríguez presenta cómo las parejas se cierran al diálogo, a la comprensión mutua que llevaría a la pareja a buscar la complementariedad, a la vez que brinda consejos útiles para vencer la barrera del mutismo. También hace una descripción de las distintas etapas cronológicas del matrimonio y menciona las crisis esperadas – aquellas que se encuentran dentro de los límites de lo cotidiano – que podrían surgir en cada una de ellas, incluyendo aproximaciones de sus posibles soluciones. Finalmente, menciona algunas crisis inesperadas, dándonos buenos consejos sobre cómo superarlas.

“Familia Hoy Amor Conyugal” es un libro que yo recomiendo a todas las personas, sean o no casadas, puesto que a partir del análisis de la naturaleza humana, le brinda al lector la posibilidad de cuestionar los fundamentos de su existencia, lo que le da la oportunidad de ser mejor cónyuge (o futuro cónyuge) o en todo caso, de ser mejor ser humano.